Soplan los fuertes vientos del norte, se enfrentan con los graves vientos del sur y los majestuosos vientos del este protestan mientras los incomprensibles vientos del oeste solo miran y esperan.
La fuerza devastadora del viento forma torbellinos y tornados, huracanes y tormentas, y vuelven locas las veletas que no se toman ya la molestia de señalar hacia ningún punto cardinal, mejor prefieren señalar hacia el cielo o el infierno, cualquier lugar es mejor que el que le han asignado a su forma, todo es mejor si no es lo que debe de ser.
Las plantas rodadoras han abandonado el desierto, ahora vienen a la ciudad, atraídas por quien más sino por el aire, que las maneja a su antojo, que no les permite quejarse ni pensar en su destino.
El demonio alado, gigantesco ser de la oscuridad, se para en lo más alto de la colina y se avienta, sólo para desintegrarse y fundirse en el viento mientras que un viejo ciego canta con su guitarra en el tejabán de su casa: "No salgan hoy hijos mios, no salgan hoy, el diablo está en el viento"
Dienstag, 17. Juni 2008
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